DÍA 1
Salimos de Las Rozas con «Sara», nuestra furgoneta. El viaje duró 2 horas y media.
El paisaje fue cambiando con el tiempo, más verde y más nublado. Gorry amenizó el viaje con música diversa.
«Sara» se portó muy bien. Llegamos sobre las 14:30. Cuando llegamos nos tenían preparado para comer un puré de calabacín y tortilla francesa con atún y ensalada.
Después de descansar un rato nos fuimos a Sigüenza.
Casa de Conde. Estuvimos en la Plaza Mayor de Sigüenza tomando algo en los soportales. Pudimos ver también la Puerta del Sol. Nos hicimos una foto juntos. Vimos por fuera la Catedral de Santa María de Sigüenza.
Los musulmanes construyeron el castillo de Sigüenza y los cristianos lo transformaron como palacio Episcopal.
Entre sus calles hay casas medievales. La Iglesia de Santiago, una joya del Románico, situada en plena calle Mayor. Siguiendo estas calles damos con la plaza Mayor. Sobretodo llama la atención la catedral de Sigüenza construída entre los siglos XII y XVIII.
DÍA 2
Nos levantamos por la mañana. Una mañana fresca, Desayunamos a las diez. Pan con tomate o mermelada con mantequilla. Magdalenas, tortel y un buen café con leche.
Estuvimos ese día descansando viendo la película «No me chilles que no te veo».
Comimos migas.
Por la tarde fuimos a dar una vuelta por el campo. Se notaba que había llovido pués la vegetación estaba muy verde. Lo que más había eran jaras y robles. Encontramos líquenes diversos. Eso significa que el aire estaba limpio. Si te salías del camino parecía como una película medieval con ramas, cauces de riachuelos, muchos árboles que se entrelazaban entre sí siendo difícil andar. También se podía ver por donde hace millones de años un volcán estalló en erupción. Las piedras que escupió en ese momento eran incandescentes, ahora frías y duras. Son la prueba de que la Tierra está viva. Si te adentras por esos restos milenarios te quedas atónito de la fuerza del cambio de la naturaleza. Si te fijas en las rocas, piedras y arena te das cuenta de la fuerza de ésta por los pliegues que estas tienen.
Terminamos el día viendo el atardecer con esos colores tan vivos.
DÍA 3
Como el resto de los días desayunamos a las diez, Este día fuimos a Atienza. Aparcamos y nos dirigimos al castillo. El tiempo estaba nublado. Empezamos a andar pudiendo ver la grandiosidad de éste que poco a poco le cubrían las nubes. Lo que no pudimos prever era lo que nos iba a caer encima. Llegamos hasta arriba del todo y lo que era unas cuantas nubes se convirtió en una tormenta. Desde arriba del todo del castillo se podía ver los campos y el pueblo de Atienza dibujados por la lluvia. Bajamos por un camino pedregoso. Por nuestros pies se formaron riachuelos por la lluvia.
Fuimos a la plaza del pueblo para tomar algo caliente.
Ya en en la casa rural nos pusimos cómodos.
Llegado el último día desayunamos a las diez. Nos despedimos de Julio y Nati, Y a las once y media salimos para Las Rozas.
¡MUCHAS GRACIAS A NATI Y JULIO!