Una tarde del año 2008, cinco personas, cuyo nexo común eran la amistad y un diagnóstico de trastorno mental, decidió combatir la desidia y el rechazo social buscando asociaciones a las que pudieran adscribirse y cambiar de una forma u otra su solitaria y apática trayectoria vital.

Al averiguar que todas las asociaciones cobraban cuota a sus usuarios y que además en ninguna de ellas iban a gozar de la posibilidad de escoger de forma autónoma las actividades que realizar, decidieron embarcarse en un costoso y ambicioso proyecto, teniendo lugar el nacimiento de una asociación creada por y para personas que padecen Trastorno Mental.
El tiempo libre sin ocio es una maldición: lo es para todos, para los diagnosticados y para los que no lo están, para los jóvenes y para los mayores, para los que tienen dificultades para llegar a fin de mes y para los que nunca revisan sus facturas…
Participar en actividades gratificantes, satisfactorias y mejor aún, compartidas, favorece el mantenimiento de un autoestima positiva y un autoconcepto ajustado, evitando además, disponer de la oportunidad de entrar en el bucle que implica repasar mentalmente decisiones erróneas del pasado o problemas actuales.
Desde Tú Decides no sólo se ocupa de forma gratificante el tiempo de sus participantes varias tardes a la semana sino que, durante dichos encuentros, se refuerzan otros aspectos cruciales para continuar con esa búsqueda de salud mental: adhesión al tratamiento, creación y consolidación de redes sociales para tener con quién quedar en otros momentos, se facilita información acerca de cómo disfrutar del tiempo libre de forma sana y enriquecedora.
La decisión de cómo emplear el tiempo libre debe ser autónoma y personal, no impuesta por un agente externo a la persona: en Tú Decides consideran que no tiene sentido intervenir en las decisiones de un aspecto tan personal, de ahí su denominación, Tú Decides. Los miembros de la asociación son los que determinan la forma en que van a emplear su tiempo libre y los voluntarios se limitan a velar por que sea posible y resulte de lo más amena y dinámica.
Las penas compartidas apenan menos: cada cual tiene lo suyo; cada cual se enfrenta a unas circunstancias concretas con las herramientas y apoyos que posee, por supuesto. En Tú Decides han venido comprobando que en ocasiones, cuando sale el tema y alguien desea comentar una circunstancia concreta que le afecta, los compañeros suponen, no sólo un soporte para desahogarse sino también una fuente de experiencia y empatía. En Tú Decides no se hace terapia (aunque acudan terapeutas), no se imparten clases (aunque acudan maestros y profesores), no se trabaja por proyectos (aunque acudan educadores sociales) ni se juzga aunque acudan jueces); en Tú Decides se encuentran, se escuchan, se valoran, se apoyan… y si alguien lo desea, se aconsejan.
Parece increíble que, a pesar de la alarmante prevalencia del trastorno mental, exista tal secretismo y, por ende, desinformación al respecto.